sábado, 1 de marzo de 2014

"La vida es difícil y dura"

"No todo son días de sol,
y la lluvia, cuando falta mucho, se pide.
Por eso tomo la infelicidad como la felicidad
naturalmente, como quien no extraña
que haya montañas y llanuras
y que haya rocas y haya hierba..." 

Fernando Pessoa (Alberto Caeiro)

"La vida es difícil y dura".

Pablo

La verdad es que la frase de Pablo es mía, aunque incompleta, siempre añado "y terriblemente injusta",  y es precisamente la injusticia lo que convierte la -por otra parte natural- dificultad y dureza de la vida en dolorosa e insoportable.

A partir de la frase llego también a otra conclusión: Mi hijo me escucha, especialmente cuando menos me interesa. Ya sabemos que cuando parece orbitar en galaxias lejanas y desconocidas mantiene los sistemas receptores de información perfectamente conectados, así que, cuando hable, deberá vigilar atentamente mi audiencia; no quiero que un niño de ocho años me diga con la boca llena de pasta de dientes que la vida le parece difícil y dura y se vaya a la cama con cierta dosis de aflicción envuelta en un pijama rojo de "Spiderman". Las palabras generan pensamientos, y nuestros pensamientos determinan nuestras acciones. De todos modos, me queda la tranquilidad de que los niños aprenden, más que por las palabras que pronunciamos, por los modelos que imperan en su entorno, y creo que él no tendrá duda de que enfrento la vida con verdadera pasión y tenaz, muy tenaz, entusiasmo.

La siguiente secuencia de la película "El pianista" es una muestra de lo que deseo expresar, asombrosamente, sin palabras. La vida... difícil, desoladora, injusta y de repente, se abre paso la Balada para piano nº 1 de Chopin.

 Confío en que algún día lo entenderá.







13 comentarios:

  1. Un hombre, transparente de frío y hambre, arrancándole el alma al piano...
    Tu hijo verá mejor tus obras que tus palabras.

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  2. Y al mismo tiempo que se la arranca, el piano deja de ser un objeto in-animado.

    Ya decía Góngora: "Las palabras, cera; las obras acero"...aunque, siendo consecuente, ambas deben ir estrechamente unidas.

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  3. Lo que realmente lamento de esta ? vida (cada cual que elija su calificativo en ?) es la injusticia, no su particular dureza, la atrocidad, la falta de corazón, de humanidad, me duele mucho, y ya soy demasiado mayor como para ser tan ingenuo pero no hay manera, me sigue agobiando igual que cuando tenía la edad del sabio Pablo.

    Nunca he podido ver El Piano a pesar de los Óscar ganados y los nominados, las escenas de la barbarie nazi me acaban tirando.

    Un abrazo.

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    1. Supongo que el tema de la injusticia con los años se va haciendo más doloroso, precisamente, porque pierdes esa ingenuidad que te permite creer que la solución de esto o aquello es cuestión de tiempo, que por lógica las cosas cambiarán para mejor ...y no es así.

      Con el tema de las películas me ocurre como a Pessoa: "Por eso tomo la infelicidad como la felicidad
      naturalmente, como quien no extraña
      que haya montañas y llanuras"... igual veo "El Pianista" que "La vida de Brian".

      Besos.

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  4. Recuerdo a menudo la frase de no-sé-qué personaje de Agatha Christie, que venía a decir que era beneficioso para los niños absorber una cierta dosis de suciedad: manchar la ropa, destrozar los zapatos o limpiarse los mocos con la bocamanga... siempre lo entendí en su más amplio sentido, es decir, darse de narices con la realidad, incluso en sus aspectos más sórdidos. Los cuentos clásicos son todo un filón, ahí pululan malvados muy malvados, pero es que en la vida, a veces encontramos seres que lo son, y al contrario, personas excelentes, con sus fallos, claro está, que los hacen aún más excelentes, porque podemos intentar ser como ellos. Con un santo es imposible. En fin... que su entorno es lo bastante rico para que vaya asumiendo lo agridulce de este fruto que nos regalan cuando nacemos y que tenemos que aprender a digerir con el tiempo. Y no todos tenemos el mismo estómago.
    Ah, para mala-buena, Maléfica, y me refiero al dibujo, no a la Jolie... que también.

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    1. Probablemente, "ese" personaje también consideraría suciedad algunos conceptos, pero siempre es preferible que los niños aprendan por experimentación que por transmisión oral, que como bien dices, bastante tienen con los cuentos por no hablar de la utilización de los malos por parte del Sr. Disney; algunas películas de terror que he visto me han parecido más honestas.

      Ya ves que Pablo "El Evasivo" a veces no lo es tanto.

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  5. Ana, vaya frase! Y muy cierta, sobre todo la completa, la original, la tuya.

    Tu hijo te escucha y también verá su tenacidad y entusiasmo, eso seguro.

    Por cierto, peliculón que nos recuerdas hoy aquí. Hace poco que, zapeando, la encontré a medias, y no tuve más remedio que verla hasta el final. Esta escena en concreto, es brutal.

    Besos!

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    1. Gracias, Elena. Sí, me considero tenaz, quizás sea uno de los términos que mejor me definen y las injusticias me pueden y ¡cada vez las veo más!!

      La secuencia sobrecoge, en alguna parte leí en referencia a esta escena "la música como salvación y redención del ser humano". Pues eso.

      Un abrazo.


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    2. Y "nuestro" ministro quiere hacerla desaparecer de un plumazo! :(

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  6. En cierta ocasión, Pablo me preguntó si yo era capaz de contar desde el uno hasta el novecientos. Le digo que sí, y que él también podría hacerlo.
    Le puse un ejemplo, y le pregunté: -¿Después del novecientos, qué numero viene?, entonces él me contestó que el novecientos uno... le dije entonces, que detrás de un número, siempre aparece el siguiente, y así hasta el infinito... muy irónico él, me dice: -¡Sí, luego viene el infinito uno, infinito dos...
    Espero que Pablo entienda todo eso que hablas, y recuerde con ironía...

    "Hay una cantidad infinita de esperanza en el universo... pero no para nosotros."
    - Franz Kafka

    Otro pesimista como el que escribe.
    Besos.


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    1. Bueno, la ironía me parece un perfecto escudo protector ante la tristeza o la angustia que produce la incertidumbre, además, con el pesimismo no hace mala pareja.

      Casi que me uno al club de los pesimistas, eso sí, con una gran sonrisa.

      "¡Hasta el infinito y más allá!"

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  7. Tu hijo tiene cara de ser muy inteligente, y poco a poco, paso a paso, seguro que entenderá la dureza de la vida y el bálsamo de las sonrisas. Menos mal que tiene unos padres que sabrán contestar a sus preguntas y que estarán siempre a su lado en los momentos de flojera. No me cabe la menor duda. Un besico.

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    1. Sonrisas no le faltan, preguntas tampoco y respuestas...ya sabes, siempre son difíciles y escasas.

      Besos, TÚ.

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