sábado, 1 de junio de 2013

III Aniversario: Entre pulgones y azucenas.

"No existe el orden en el mundo que nos rodea, debemos adaptarnos al caos".

Kurt Vonnegut



Azucenas del patio de mi casa.


Debo aceptar el caos.

El hecho es que tenía una Schefflera arboricola preciosísima en mi terraza. La pobre ha pasado un duro invierno ya que hace casi un año cambiamos de casa y ella de balcón y en este último las condiciones ambientales son bastante más adversas, aún así, la planta no ha puesto en duda ni por un momento esta primavera que nosotros no acabamos de entender y se llenó de brotes verdes. No voy a cuestionar su resistencia, nos unen varios años de convivencia y ha superado pruebas muy duras, especialmente en los meses de verano en los que ha soportado encharcamientos (antes de irme de vacaciones) y posteriores periodos de sequía (hasta mi regreso), pero fuera de este maltrato puntual sabe que soy muy regular en su cuidado, por eso no entiendo cómo los pulgones acabaron en menos de dos días con su nueva promesa de esplendor.

Las plantas del patio de mis padres las riego cuando buenamente puedo, es decir, cuando no puede hacerlo mi hermana. Entre las dos mantenemos las plantas a duras penas porque las hemos dotado de simbolismo y valor sentimental. Las últimas semanas me salté el riego habitual, había previsión de lluvia y decidí dejarlas un poco a su suerte, sin trasplantes, sin abonos, sin la limpieza más indispensable, así que me quedé perpleja al entrar al patio  y encontrar unas preciosas azucenas; ni siquiera sabía que las grandes hojas que regué descuidadamente días atrás escondían esta ofrenda, me pareció heroico que crecieran así, sin nadie que admirara su magnífica belleza, mientras mi schefflera mimada casi a diario se convertía en un amasijo mustio, negro y grasiento.

Hace poco leí una de esas frases que yo denomino de "autoayuda" -como esos libros que no leo- y que reafirman mi escepticismo. La frase venía a decir que la vida es como un boumerang que al final termina por devolverte lo bueno o malo de tus acciones. En la vida  recogemos lo que sembramos, nos han dicho... Cuando leo este tipo de reflexiones pasan por mi mente multitud de historias que han sido cerradas con  la llave de la injusticia y la impunidad.

Hoy cumplo tres años de blog entre pulgones y azucenas. Si analizo con cierta perspectiva estos años tengo la impresión de haber recibido recompensas probablemente inmerecidas al igual, que muchos de mis esfuerzos, dedicaciones y desvelos, han resultado baldíos, incluso menospreciados. "No existe el orden", sin embargo, seguiré buscando complejos equilibrios porque el desorden me indigna, quizás sea esta mi manera de adaptarme al caos.



11 comentarios:

  1. Felicidades por esos tres años y que sean muchos más ;)

    Brindemos por el caos!

    http://www.youtube.com/watch?v=R5ldvfRRn58

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    1. Gracias Elena, brindemos...¿vino o cerveza?

      Lo del vino o la cerveza no es nada metafórico, a ver cuando...

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    2. Yo con un tintillo con limón :D

      Pero lo dejamos para final de curso, no? Estamos de mudanza en Siberia y me va a dar algo!!!

      Un besillo!

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    3. ¡Un final de curso con mudanza! Elena, qué forma de tortura tan elaborada. En fin, yo también tengo lo mío en mi desierto de Atacama...

      Para final de curso, sí.



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  3. Me ha recordado aquello de "El patio de mi casa, es particular. Cuando llueve se moja, como los demás..."
    Ya sabes que el caos es tan necesario, que si no existiese, habría que inventarlo: es paradójico, pero sostiene el "orden" en ese Universo (el que conocemos por ahora), pues sin ello, sería un universo inmutable y sin "chispa".

    Odio (cada vez más) las frases tan manidas, como estas a las que haces alusión a la "auto-ayuda". ¿Se recoge lo que se siembra...? Creo que no. Creo que el listo que va de cuervo o grajilla, se lleva muchas veces la siembra sin méritos, y el sembrador queda asombrado y/o desdichado: que se lo digan a los desahuciados, a los engañados en las preferentes, a los despedidos de manera injusta, a los que han depositado su confianza en el político (un grajo en este caso), al pobre en general, que ve cómo unos pocos se llevan el grano de su siembra disfrazados de banqueros, o los otros grajos que van de salvadores del espíritu y "apadrinan" niños en su regazo. ¿Voy a ponerme a sembrar a estas alturas...? Prefiero vivir con los posibles que nos proporcionan nuestro trabajo diario... aunque puesto a pensar, la suerte o azar, también forma parte de ese caos del que hablamos.
    Algo que he leido recientemente al respecto, y que me gustó "El control por dominar la Naturaleza es imposible desde la perspectiva del caos, pactar con el caos significa no dominarlos sino ser un participante creativo".

    *Cambia Naturaleza por Naturareza, si quieres, y tienes otra perspectiva más.

    Besos.

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    1. Rafa tú, el caos de la especie humana es sencillamente insoportable, inaceptable, carece de lógica y es injusto e hiriente, es un caos mezquino e interesado por eso admiro a los pocos que son capaces de dotarlo de sentido o belleza. El caos del Universo, sencillamente ES, no lo vamos a cuestionar con juicios morales. No sé muy bien quien dijo que "el caos siempre derrota al orden porque está mejor organizado." Algo así pienso yo últimamente.

      Besos.

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  4. Quizás una cualidad que le atribuimos al orden es que sea evidente. Un orden oculto pasaría a identificarse como caos.
    Me da la impresión de que hay órdenes esquivos, como cervatillos en el bosque, que por más que se trate de capturar no van a ponerlo fácil. Hay un orden que solo se descubre al final de los días, y mientras lo cotidiano parece el reino de lo caótico y la sinrazón.
    No lo sé.
    En cualquier caso, te envío una felicitación con mucho cariño por tu tercer aniversario.
    :)

    besos

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    1. Nuestra mente "científica", siempre necesitando evidencias, supongo que hay órdenes esquivos y otros de claridad meridiana pero que no sabemos interpretar ahora, creo que ni siquiera al final de los días. Es difícil comprender el orden, sin embargo, el desorden ¡es tan llamativo!

      Gracias y abrazos.

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  5. Cuando de manera consciente e inconsciente nos cobijamos en el orden y la zona de confort, casi siempre es todo lo inesperado y no previsto lo que nos emociona y motiva, así que: ¡Bendito caos!.

    Felicidades por tu cumpleaños y sigue con esos mimos, así lucen tus plantas (hágase extensivo...).

    Un abrazo.

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    1. Tampoco está mal cobijarse aunque sea un poquito en el orden ante tanta incertidumbre, sobre todo en esta época en la que el todavía incipiente orden que parecía establecerse, fruto del trabajo, la lógica y la justicia, se ha desvanecido y ha puesto en evidencia su falta de fundamentos. Será necesario restablecer otro tipo de orden, el caos nos empuja a ello.

      Besos.

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