Hace un par de días, mientras mi hijo veía los dibujos animados de siempre en versión "Haloween" le pregunté por el significado del término:
-¡Claro que lo sé mamá, Haloween es la fiesta del miedo!
En los últimos años nos hemos ido familiarizando con el vocablo y su significado. En los colegios es habitual que se celebre este acontecimiento ya que forma parte de los contenidos de la lengua inglesa y los niños lo aceptan con agrado, por motivos evidentes . Esta mañana, escuché en la radio a una abuelita de una población castellana que decía encantada que en su casa ya no celebraban los Santos, preferían celebrar "jalogüín", por los nietos.
Personalmente tengo que decir que no celebro ninguna de las dos versiones de esta fiesta, a excepción de alguna tradición gastronómica demasiado deliciosa como para pasar por alto. Soy consciente de que cada cultura es fruto de la fusión de otras culturas y cada lengua el proceso de la evolución -y también de la imposición- de otras lenguas dominantes, lo que me cuesta entender es por qué acogemos con los brazos abiertos la lengua e incluso las tradiciones de otras culturas -a veces tan diferentes a la nuestra- y no somos capaces de aceptar la maravillosa variedad que habita en nuestra querida Iberia.
En uno de los colegios por los que he pasado me encontré con un caso que me pareció, cuanto menos, contradictorio. Un compañero llamaba Gema a una monitora catalana (Gemma para los demás) porque "en España se pronuncia así"; sin embargo pronunciaba en perfecto inglés los nombres de Jonathan y Jennifer, alumnos de nuestra escuela.
Las culturas deben entenderse como fuentes de conocimiento que nos permitirán comprender y valorar la que nos es propia, pero también desarrollar el sentido crítico imprescindible para tratar de modificar lo necesario. Las lenguas son un patrimonio de la humanidad, principal vehículo para conocer y compartir, para entender y expresar y no un pretexto para la confrontación; me refiero a todas las lenguas... las de más allá del Atlántico y a las del cercano y ancestral Mediterráneo.
"Arenal" Compañía Nacional de Danza. Coreografía: Nacho Duato
"Las palabras que canta la gente,
vivas palabras que entiendo,
porque todos hablamos la misma lengua."
María del Mar Bonet
Hay ejemplos contrarios, donde por poner un ejemplo, se diría que "no" interesa cierto asunto o celebración. ¿Cuantos países de nuestro entorno, o nórdicos, del este...no exportan la fiesta nacional? Simplemente, habría que pensar muchas cosas, pero una elemental, es que no es rentable a nivel de márketing (y por lo brutal y aborrecible del festejo). Es por ello, que Haloween, si se exportó a España. Ya había entonces "avispas" del mercado que sabían que ésto, funcionaría aquí; y no se equivocaron.
ResponderEliminarEl tema cultural e idiomático, pues parece ser ir ligado a la idiosincrasia del españolito de a pie: se puede hablar incluso el spanglish (mezcla de inglés y español, inventada en suadamérica...y no pasa nada) y todo se acepta; como si con ello, se quisiera dar a entender que estamos en lo último y admitimos de todo...luego, en casa, la cosa cambia. He oido muchas veces a catalanes (incluso valencianos que hablan un dialecto del catalán) decir cuatro palabras, y de momento salta el listo de turno para decir: "aquí se habla en cristiano"..." Como si ello fuera el súmmun de la sabiduría, y por descontado que ese individuo, cree a pie juntillas...
Buena visión sobre los valores con (quizá) menos valor...
Un abrazo.
Lo publiqué el año pasado, no sé si lo habrás visto:
ResponderEliminarhttp://ceipmaestrocarlossoler.blogspot.com/search/label/English
Llevas mucha razón en todo lo que dices, es increíble cómo aceptamos lo que nos interesa y despreciamos lo que no. Me ha sorprendido mucho lo que has contado del compañero que no quería llamar a la compañera por su verdadero nombre. Éso sí que no tiene nombre.
Un besito ;)
Utopazzo,
ResponderEliminarPara que un producto sea importable o exportable, entendiendo como producto también las tradiciones,hay que buscar las posibilidades comerciales que pueda tener y desde luego "Haloween" las tiene. Si a lo que tiene de comercial el día de los Santos; compra de flores, repostería... le unimos disfraces, objetos decorativos y fiestas, las posibilidades de venta aumentan considerablemente. Supongo que parte del éxito reside en que de esta manera se dota de un aire más festivo al evento y nos alejamos cada vez más del tratamiento que tenía en su inicio, lúgubre y triste pero también más lleno de sentido y de sentimiento.
Salvo el inglés que todo el mundo quiere hablar y entender, lo que me parece estupendo y necesario, las otras lenguas, especialmente las demás lenguas españolas, son menospreciadas, imagino que por lo que hemos comentado en otras entradas: nos cuesta aceptar la diversidad porque requiere un mayor esfuerzo de nuestra parte.
Un abrazo
Elena,
ResponderEliminar¡Muchas gracias! No había leído la entrada pero me ha hecho mucha ilusión ver las fotos del colegio y los comentarios de mis alumn@s,la verdad es que era un curso extraordinario y me lo pasé en grande los dos cursos que trabajé con ellos.
También recordé el día que nos diste el minicursillo intensivo sobre la elaboración del blogg, recuerdo que comentábamos entre risas lo complicado que parecía y para qué necesitábamos un blogg, a quién se le ocurriría tener uno!..y fíjate, como dice el refrán, no se puede decir de este agua no beberé.
Un abrazo extensible a todos los del blogg del cole comenzando por ti, "teacher".
Ana estamos imbuidos en la cultura del consumo, y toda moda que genere consumo pues se pone a la venta, y nosotros compramos. Entiendo tu preocupación por aceptar las culturas más alejadas de la nuestra y no aceptamos las que están más cercanas. Jalogüin tiene raices celtas, he leído por aqui en internet, así que tampoco es tan malo en ese sentido nada más.
ResponderEliminarLas tradiciones se van incorporando lentamente, cada vez más en el día del libro se regala un libro y una flor como en San Jordi, aqui se incorporán ambos elementos, bueno pues esta tradición a mi me gusta.
El caso es darle bombo.
Un abrazo Ana.
El catetismo integrista nos invade en esta época de progreso y bienestar social en la que nos ha tocado vivir. Aceptamos con total normalidad la lengua, usos y costumbres de cualquier país anglosajón (y ciertamente lo es, normal, quiero decir) y le negamos ese mismo derecho tan natural a nuestros paisanos catalanes, gallegos, vascos...
ResponderEliminar¡Estos iberos están locos!, Obelix dixit.
Encarni,
ResponderEliminarTodas nuestras fiestas y tradiciones parten de otras que perviven desde la noche de los tiempos. Se adaptan, el ser humano las adapta, a cada época o las incorporan a la religión dominante en ese momento y a otras circunstancias históricas.
Realmente me parece estupendo que unas tradiciones se incorporen a otras, que se modifiquen, se fusionen e incluso que desaparezcan (la fiesta nacional, por ejemplo), lo que me irrita es la forma de asumir sin ningún sentido crítico ni ningún tipo de valoración lo que se nos impone por criterios económicos y si me apuras, imperialistas.
La hermosa fiesta de San Jordi que mencionas, no se ha popularizado tanto pese a su cercanía y los esfuerzos de determinado centro comercial, que también hay que decirlo.
Un fuerte abrazo
Anonymous,
ResponderEliminarQué acertado y visionario este Obelix, a saber lo que contenía la famosa marmita...Desde luego, no creo que exista un ejemplo mejor que ponga de manifiesto como unas culturas se nutren y transforman en otras como durante la época de dominación del Imperio romano; tenían ya esa idea de universalización que se convirtió en la clave de su éxito.
Salve.