El interés por lo bello desde todas las perspectivas posibles forma parte de la naturaleza humana. Los bebés, desde muy pequeños muestran preferencia por rostros y objetos bellos; eligen piezas musicales clásicas y disfrutan con ellas. Tienen una enorme capacidad de expresión que observamos a través de sus dibujos, construcciones, movimientos corporales y que se hace aún más evidente cuando comienzan a utilizar el lenguaje. Desde todos sus sentidos nos demandan estímulos para disfrutar con lo que los adultos denominamos cultura. Sin embargo, con el paso de los años este interés se va diluyendo, y lo que podía haberse convertido en una capacidad para el arte termina en un mero interés, y ésto en el mejor de los casos, poquísimos casos.
Desde la enseñanza en las escuelas y en los hogares se ve que nos hemos propuesto acabar con la cultura (me sirvo del oportuno título de un libro de Woody Allen). Las nociones artísticas de los planes educativos son lamentables, en los que está claro que uno de los principales objetivos es cercenar la creatividad y la imaginación de nuestros niños. Las clases de plástica o música, salvo excepciones, solo sirven para reproducir modelos, no para descubrirlos, crearlos, amarlos u odiarlos... y sentirlos, por supuesto.
Dado el fracaso educativo y de valores de nuestra sociedad y que asumimos con una naturalidad escandalosa, más nos valdría dejar a un lado tantos contenidos, materias, refuerzos, clases particulares y complementarias y probar con una enseñanza que nos acercara más a la naturaleza y a la expresión de nuestros sentimientos. Seguro que nos llevábamos una sorpresa. Tampoco se perdería tanto; cada curso terminan su enseñanza obligatoria riadas de alumnos semianalfabetos y desde luego, sin ninguna sensibilidad artística.
Otra manera de acabar con la cultura es intentar eliminar de un plumazo a toda una generación de artistas y creadores. Me refiero a la Generación del 27, perseguidos, exiliados, muertos de tristeza e injusticia, maltrechos por la enfermedad y asesinados de forma indigna, cruel y cobarde.
Soy maestra, y en cada una de las clases por las que he pasado construyo una especie de "altarillo" dedicado a ésta y a otras generaciones que nos han dado lo mejor que podamos recibir: la capacidad de alimentar nuestro pensamiento y nuestra alma, disfrutando plenamente con ello. Lorca siempre está presente rodeado de color, dibujos y flores pintadas por niños. Es una especie de protesta muda que reivindica que así no se puede acabar con una persona, con un poeta.
La Argentinita y Federico García Lorca, al piano.
Son las consecuencias de un sistema capitalista; donde sólo prevalece llegar a lo más alto, sin que por ello se haya llegado de una manera merecida, justa o ganada con el trabajo y el talento; y a cualquier precio...lo vemos a diario. Pero rompo una lanza a favor de sistemas (digamos menos imperfectos) donde surgen verdaderos talentos en cualquier apartado artístico y se trabaja con "ello".
ResponderEliminarLorca, murió por una bala anónima pero llevaba el mensaje de quien dio la orden; ese personaje que está bajo un altar y la iglesia bendice; luego cómplice al tiempo...y no fue Lorca la última víctima de un sistema totalitario, hubo más...y habrá más; mañana, pasado o en cualquier punto del planeta; no tenemos balas metafóricas con las que acabar con el odio; mas no acabaron con todos los poetas... porque como dije una vez: "La aquiescencia del hombre, endulzar el café".
Temo no estar del todo de acuerdo con tu comentario. Aunque no soy precisamente una "fan" del sistema capitalista, tengo que reconocer que en las últimas décadas han surgido en él grandes pensadores, científicos, cineastas...También surgen desde los regímenes totalitarios, fíjate en el caso de Cuba, por poner un ejemplo. Todos los sistemas "toleran" al creador si éste no pone entredicho su doctrina y no le crea demasiadas complicaciones. Por eso tratan de contener la capacidad crítica, tan frecuente en el ámbito de la cultura.
ResponderEliminarNo podría estar más de acuerdo contigo, tanto tu relato como el video del gran poeta me han conmovido especialmente.
ResponderEliminarMi particuler visión es que en este pais,la Cultura fue cruelmente asesinada, el dia que un alevoso malandrin decidió poner fin a un estado democrático.Lamentablemente dificilmente podrá renacer esa cultura pues hemos entrado en una espiral que nos arrastra a todos, queramosló o no,hacia la desidia.
Se que de natural soy pesimista y no hace falta que lo jure, pero es que cuando avanzo mi mirada hacia un supuesto "futuro" me dan ganas de salir corriendo hasta la farmacia y comprarme un vomitivo...
Interesante lo que comentas Ana, además has puesto el dedo en la llaga sobre todo en la forma en como se puede acabar con la cultura desde la escuela.Podriamos decir que en ese aspecto estamos suspensos. Ha sido un acierto poner de ejemplo a García Lorca, pero yo recuerdo de él lo que nos decían en clase sobre sus 'misiones pedagógicas' un poeta y escritor comprometido con la sociedad, que en un gesto de esos principios los llevaba a cabo en su modo de crear y de hacer participes al resto de personas que vivían en recondidos lugares con su teatro 'La Barraca'. Esto era una forma de llevar la cultura a otros espacios, de hacer vida cultural.
ResponderEliminarEn estos tiempos, la tecnología ha entrado a formar parte de nuestra cultura,y a su vez a ser creativos/as partiendo de este nuevo elemento.
Habría que saber si esta nueva tecnología aumenta o diminuye la sensibilidad artistica o si puede ser una herramienta adecuada para la expresión creativa.
Un abrazo, guapa.
Mal que les pese al Estado y al Capital (las dos caras de la misma moneda, que son una misma cosa), ha existido y existirá siempre esa cultura que se hace desde abajo, desde ese pueblo al que se desprecia, pero que es el único que hace algo para no hacer siempre lo mismo. Y García Lorca, como otros, son dignos representantes de ese pueblo que nunca se rinde y no se cree todas esas mentiras que desde arriba nos dicen con desverguenza. Y tú misma, Ana, con ese "altarillo" te haces pueblo irreductible, denuncias el atropello a la verdadera cultura, no la que nos tratan de imponer como sucedáneos del espíritu.
ResponderEliminarLos tentáculos del Poder ya casi lo abarcan todo, pero no todo. El Sistema, felizmente, no es perfecto. y por sus grietas todavía respira el pueblo. Ese pueblo creador e inconforme cuyo revoloteo desquicia a veces a los detentadores de la pseudocultura. Te acompaño en esta lucha que es la todos los insumisos a la gran mentira.
Si se dieran cuenta al menos que no queremos tantas y tantas cosas inútiles que nunca les hemos pedido, si nos escucharan un poquito verían que sólo queremos que nos dejen ser, que oigan la voz de ese pueblo, de la gente que quiere hacerse su propio camino al andar, como diría Machado. Pero parece que esto es pedir demasiado.
sparadeleite,
ResponderEliminarQué alegría poder "hablar" también aquí, el caso es no parar. Me alegra que te emocione el vídeo, a mí me ocurre lo mismo, aunque tengo que confesar que en este aspecto soy muy blanda, en cuanto veo o leo algo de Lorca (por seguir con el ejemplo citado) me invade una congoja que normalmente controlo y se queda en la garganta; en otros casos es incontrolable y sigue subiendo hasta llegar a los ojos, donde se hace perceptible por los que están cerca, muy cerca
Encarni,
ResponderEliminarEstoy de acuerdo en que estamos suspensos, y yo en ésto me llevo la peor parte. La verdad es que los maestros nos preguntamos a donde va a para tanto esfuerzo, recursos, ilusión...debe de haber un agujero negro desconocido que lo engulle todo.
En cuanto a lo que comentas de la tecnología creo que será muy útil para desarrollar la creatividad de los que ya la tienen. Ofrece tantas posibilidades de utilidad y de inutilidad que cada uno se servirá según sus intereses. Cuando el curso pasado entregamos los portátiles una madre desesperada con su desesperante hijo me decía: " A ver si ahora con los ordenadores le pone más interés"... " a ver si...", le respondía yo maldisimulando mi falta de fe.
gilgamesh,
ResponderEliminarPor esas grietas que dices ya no pasa el pueblo, sólo el individuo. La idea de pueblo se ha ido desvaneciendo en las últimas dos o trés décadas. El ser humano camina de forma individual con lo que este término conlleva de positivo y de peligroso para la sociedad. Como mucho existen grupos de individuos que se asocian para la persecución de un fin o un proyecto, para compartir una serie de intereses del tipo que sean, pero que después vuelven a su microuniverso particular.
De todas formas me alegra sentirme acompañada en esta "lucha" individual.
Precisamente a eso me refiero, Ana. Al poder que ejerce sobre la masa de individuos el Capital y el Estado en una complicidad escandalosa,todo en aras de la sacrosanta economía. Cuando digo pueblo, no me refiero a esa masa de individuos que se creen libres de ejercer su voluntad cuando no hacen otra cosa que seguir dócilmente los dictados de los de arriba. Me refiero a esos pocos irreductibles que siempre ha habido en todas las épocas y que se resisten a ser engullidos, a actuar como zombies a la espera, por ejemplo, de la última novedad (casi siempre inútil) que el sistema nos promete para nuestra felicidad. El que se siente pueblo, simplemente no traga. Quiere otra cosa, cree en la cultura que se hace desde abajo, no la que se nos impone desde la oficialidad. La persona que se siente pueblo, crea,inventa, hace cosas para que brillen también en su microuniverso. Prefiere un beso o un abrazo a una llamada de teléfono, tocar,ver, sentir de verdad y sin prisas. Ser camelia sobre musgo, como bien decía la autora de La Elegancia del Erizo.Esta es la idea de personas que conforman lo que yo defiendo como pueblo.
ResponderEliminarY me alegra la vitalidad que está alcanzando tu blog. Creo que haces un buen trabajo. Recuerdo como si fuera ayer el día que empezaste. Te felicito. Es un verdadero placer haberte conocido .. aunque sea en el ciberespacio.
gilgamesh,
ResponderEliminarComparto básicamente tu idea de pueblo, pero pienso que cada vez hay menos de ese pueblo; de momento "ellos" van ganando la batalla y hechos como la crisis que padece, precisamente el pueblo, les viene como anillo al dedo. Tienen al miedo como aliado.
Yo diría que casi es una batalla perdida para nuestra generación. Pero no olvidemos que cayó todo un Imperio Romano, el mundo Feudal y algo tan "natural" en otros tiempos como la esclavitud. Por no hablar de la liberación (en occidente) de la mujer. Todo es cuestión de tiempo ... y de lo poco o mucho que podamos hacer por nuestra cuenta.
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