sábado, 5 de julio de 2014

Motivación IV: Anhelos.

"Si quieres construir un barco, no empieces por buscar madera, cortar tablas o distribuir el trabajo, sino que primero has de evocar en los hombres el anhelo de mar libre y ancho".

Antoine De Saint Exupery




Siempre que abro una caja de Lego siento cierta desazón. Ver tantas piezas pequeñitas y variadas dispersas de forma aleatoria sobre la mesa me hace pensar en el Principio de Incertidumbre, que no acabo de entender, sin embargo, las instrucciones del juguete son infalibles, dejan poco margen de duda, cada pieza tiene una ubicación precisa, milimétricamente diseñada para que todo encaje, para que realice una función que, aunque parezca insignificante, se vuelve indispensable en el todo que en este caso es un furgón de policía, con calabozo y preso.




A pesar de que Pablo juega con cuidado pero sin tregua con su nueva adquisición, no puede evitar un pequeño percance. El furgón de policía cae al suelo y el todo de nuevo se disgrega. No parece grave y se atreve a montarlo sin ayuda del librito de instrucciones, pero mientras avanza, comprueba que falta una pequeña pieza; una pieza blanca, de apenas un centímetro cuadrado de superficie que no impide su reconstrucción, aunque sabemos que ya no es igual, conscientes de su nueva fragilidad.

Desde hace tiempo -igual desde siempre y no lo recuerdo- echo en falta una pieza en esta construcción cotidiana que llamamos vida y de la que desconozco color, dimensión y función. Creo que la frase de Saint Exupery puede interpretarse como un excelente manual de instrucciones y comienzo por la primera página: ¿Cómo se evoca un anhelo?

16 comentarios:

  1. Es bueno que siempre falte una pieza: es la llave que nos lleva a crear, a buscar soluciones a los problemas.
    Lo que nos hace crecer como personas nunca son las certezas, siempre son las dudas. Al menos así lo creo, aunque no estoy segura...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pero, a veces, buscar sin encontrar, puede llevarte por el camino de la frustración.

      ¿Que no estás segura?... Debes ser una persona ¡¡enorme!!

      Eliminar
  2. No, Ana, solamente medía 1,74 y ahora, con la ancianidad, 1,70...
    Siempre se encuentra si se busca bien, creo. Lo que nos pasa a veces es que buscamos fuera lo que tenemos dentro.
    Hace muchos años leí un libro de aquel que escribió "Juan Salvador Gaviota", que tan de moda estuvo, que decía algo así como que nunca se nos plantea un problema si no estamos preparados para encontrar la solución. De hecho no nos hacemos preguntas serias hasta que tenemos capacidad para pensar. Pero la vida va rápida y las soluciones lentas. Seguramente por la impaciencia que nos generan.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mi hermana siempre dice algo parecido aunque desconozco si lo sacó de Gaviota o es de cosecha propia.

      Una anciana de 1.70... lo que decía ¡eres grande!

      Eliminar
  3. y bueno, ...es verano, como ayer.

    http://www.youtube.com/watch?v=KZPCtHCpp94

    https://www.youtube.com/watch?v=hoCZ8H0RAsA

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Esto qué es, ¿un ejemplo de cómo se mejora con los años? La primera versión me ha predispuesto negativamente, más que nada, porque venía precedido de un anuncio de "Microlax".

      Las pequeñas cosas... segunda página del manual de instrucciones, y quizás la más importante; reconozco que esta no me resultará difícil.

      Abrazos, de verano, de ahora.

      Eliminar
  4. Hola Ana! Prometeo desde más al sur, el que felizmente existe.
    Una pieza, unas cuantas, muchas piezas... todo depende de lo que vamos siendo, de con quién caminamos, de los años vividos, de lo que arriesguemos, de las piscinas a las que nos lancemos....
    La Incertidumbre, como bien apuntas, es consustancial a la vida y en consecuencia para el ser humano. Trabajamos sin tregua para crear espacios de certidumbre, intuimos certezas y verdades muchas de ellas encontradas más que buscadas... pero sucede que a veces a ese ingente trabajo le basta un simple soplo de una nueva verdad mayor que hace temblar los cimientos de esa casa o palacio más o menos confortable que afanosamente construimos. Entonces de la sorpresa se pasa al vacío y ese vacío nos empuja a asomarnos al abismo de la nada. Evoco ahora en mi mente y corazón ese verso final del poema VIDA de José Hierro, cuando dice aquello de : Después de tanto Todo, para Nada....
    Y es que en esa fragilidad nos movemos. Difícil no errar, no perderse, no caer, no sentirnos completos cuando estamos permanentemente en obras, en construcción hasta ese momento en que escribimos la última línea de nuestra pequeña historia. Estamos predeterminados genéticamente como hombres, pero como seres humanos siempre estaremos de obra nueva o de reformas, es nuestro sino para bien y para mal. Nos tenemos que hacer, rehacer y deshacer lo hecho si hace falta. Por eso siempre faltan piezas.. ahora unas, mañana otras y algunas veces nos sucederá que encontraremos piezas que en su día echamos de menos y hoy ya no nos sirven.... y esto pasará siempre porque no sabemos casi nada y estamos como arrojados a la vida a nuestra suerte... y sin libro de instrucciones.
    Ese mar libre y ancho deviene en necesidad para escribir un buen libro de instrucciones. Pero ayyy.. qué poco libres somos o nos sentimos para lanzarnos a ese ancho mar que nos parece lejano, poco seguro y tan embravecido que el miedo nos vence y nos convence de lo segura confortable que es nuestra pequeña charca....

    Y hablando de anhelos, espero algún día poder conoceros a los tres. Un abrazo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Uy, Prometeo ¿intuyo desencanto, asunción de esa Nada, pero sin rendición, o es que proyecto mi estado actual a todo lo que leo o escucho?

      El hecho de ser arrojados a la vida sin más puede ser una bendición, lo digo yo que no he nacido en medio de un desierto, o en un país en permanente guerra, ni tampoco tengo cinco hijos a los que no puedo alimentar... es una bendición sí, y la incertidumbre absolutamente necesaria (imagina ver, por primera vez, una película de intriga de la que conoces el final, o conocer el finall de una relación antes de comenzarla: ¡la humanidad se habría extinguido! ). La pieza que más me chirría últimamente son las certezas; absurdas, ilógicas, necias, injustas, decepcionantes. Una parte de mi construcción no lleva a ninguna parte (después de tanto Todo, para Nada....) y es preciso que la reconstruya ¡y no sé por donde empezar! Ya iré encontrando piezas (tienes razón, a veces no hace falta "buscarlas"), alguna brújula o el tiempo, que jugará también su papel.

      Un abrazo, Prometeo, si alguna vez pasas por Jaén, silba.

      Eliminar
    2. El desencanto ... ese molesto, viejo y sabio amigo me acompaña como un gemelo que apareció de pronto para quedarse. Pesimismo lúcido le llaman también. Decías que cómo disfrutaríamos de una película si de antemano ya sabemos el final. Y yo te digo: Si bajara uno de esos demonios de los que hablaba Nietzche y te susurrara al oído una parte de tu vida que estás a punto de vivir, del principio hasta el final, historia que te lleva a tocar eso que llamamos cielo, pero que al final acaba en el mismo infierno..... te atreverías a vivirla? Dejarías de vivir lo más grande que te puede pasar en la vida por ese temor futuro al sufrimiento? difícil decidir, no crees?
      por eso decía que sólo en ese mar ancho y libre se cuecen las pequeñas pero más grandes historias que un ser humano puede vivir, con sus aristas y redondeces, sólo ahí la Alegría y la Tristeza se escriben con mayúscula, se viven con mayúscula. En la charca, todo se vive en minúscula, todo encaja en sus límites, nada se desborda y la locura de la monotonía se convierte en necedad.
      Y claro que vivir es una bendición y Vivir, no admite nunca la rendición. Y que el miedo a la Nada, no nos impida nunca vivir el Todo.

      Y tranquila, si voy a Jaén silbaré esas tres letras que llevan tu nombre ....

      Eliminar
    3. Para lanzarse a ese mar hace falta un barco; no le tengo físicamente pero ya tiene nombre:

      https://www.youtube.com/watch?v=Ay4SSeqnZEs

      Esta canción transmite vitalidad y alegría, suelo recurrir a ella cuando inicio mis (inminentes) vacaciones. En agosto, si Doña Incertidumbre lo permite, estaremos en casa.

      Eliminar
    4. Preciosa canción de la que comparto su gusto y trasfondo... si es difícil ser digno ante los demás, más difícil todavía es ser digno para uno mismo !

      Un abrazo, y gracias por la canción!

      Eliminar
  5. Ahhh! ... no te preocupes, acabarás encontrando esas nuevas piezas para esa parcial reconstrucción, tiempo como dices y alerta, siempre alerta!

    ResponderEliminar
  6. Por cierto, Ana... con un poco de suerte y tiempo a lo mejor, no es seguro, me puedo dar una escapada por ahí... quizás en agosto.. te vas fuera de vacaciones ese mes? soy Prometeo

    ResponderEliminar
  7. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  8. Recuerdo que hace muchos años, cuando era pequeño, me propuse hacer una máquina de fotos, utilizando la escala de una real. Con tablillas, con un objetivo a través de una mirilla de esas antiguas de las puertas... Hete aquí que conseguí terminarla, y hasta llegué a probarla con un carrete de los de antes. Nunca supe el resultado, pues era bastante pobre económicamente hablando. Viene esto a colación, por la frase de Antoine De Saint Exupery
    Respecto al principio de incertidumbre, no le des más vueltas: tal vez el truco radica en la incertidumbre misma...
    ¿Por qué crees tú, que aún no se ha puesto en funcionamiento la máquina que nos transporte al pasado, al futuro...? Imagina esa pequeña pieza, esa pequeña molécula que no encaja en su sitio, en nuestro organismo una vez recompuesto, tras la teletransportación...?
    Tal vez para evocar un anhelo, se necesite descomponer mentalmente ese anhelo en sus pequeñas piezas, para llegar hasta él.

    Besicos para ambos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No hace falta máquina del tiempo, tenemos suficiente con la vida que nos somete a constantes pruebas de integración y desintegración, y además, hacerlo todo con cierto sentido, al menos para uno mismo, requiere un trabajo meticuloso en el que a veces te pierdes....y a veces te encuentras.

      Rafa él, con respecto a lo de la cámara, siempre te lo digo, ¡cuánto talento desaprovechado!!

      Eliminar